Cómo hacerle usar la caja de arena a tu gato
Enseñarles a usar la caja de arena a veces parece imposible. Aunque los gatos de forma natural deberían de aprender a usarla muy rápidamente.
Conoce mejor las necesidades de tu gato
Los gatos son muy específicos en temas de limpieza. Si no los conoces bien tendréis problemas de convivencia y de comunicación. El principal conflicto suele surgir con la caja de arena.
Enseñarles a usar la caja de arena a veces parece imposible. Aunque los gatos de forma natural deberían de aprender a usarla muy rápidamente. Esto es porque instintivamente son animales muy limpios. Pensarás en adiestrarlos pero… ESPERA.
Los gatos son muy selectivos y cuidadosos con lo que hacen y dónde. Lo que significa que no siempre se trata de una falta de entrenamiento. Antes de siquiera planteártelo, hay que tener en cuenta varias cosas:
Lugar
¿Harías tus necesidades en un sitio público rodeado de gente y ruidos impredecibles? Tu gato tampoco
Vigila mucho dónde pones la caja de arena.
Debido a su psicología de depredadores, a todos los gatos les gusta tener privacidad en momentos de vulnerabilidad. Un ejemplo de esto es que cuando un gato está herido tiene tendencia a esconderse.
Por tanto, asegúrate de que pones la caja de arena en un sitio donde se sienta a salvo. Donde no pueda sospechar que lo están mirando desde algún rincón. O, peor, que algún enemigo lo está acechando. Va en contra de sus instintos…
Ni se te ocurra, por ejemplo, poner la caja en medio de la cocina o en el comedor, donde está el follón de la casa. Hay gatos que la usarán, pero les será igualmente incómodo y difícil de aceptar.
Si tienes una casa con varios niveles, es aconsejable tener una caja por cada piso.
En el caso de que tu gato no utilice mucho la caja de arena, ten en cuenta estos consejos. Si ya tienes colocada una, prueba a comprar otra y a colocarla lejos de la primera. Verás cambios.
Mantenimiento
¿Estarías cómodo utilizando un baño mugriento? Tu gato tampoco
De nada sirve que tengas la caja en el mejor sitio si luego pasas de limpiarla. Tu mascota se esforzará si tú te esfuerzas. Es pura convivencia.
Las cacas hay que retirarlas diariamente (siempre que sea posible) y los líquidos debes limpiarlos al menos una vez a la semana.
Cuando hagas el cambio de arena, al limpiar los líquidos, deja el nivel de arena en dos dedos. Aunque dependerá del gato, normalmente no les gusta nada que la arena rebose la caja.
Control de olores
¿Te acercarías a zonas en las que huele fatal? Tu gato tampoco
¿Qué hace la mayoría de gente cuando entra en un baño que huele a putrefacción? SALE PITANDO. Pues para tu gato el olor de productos de limpieza es exactamente eso. Logrará hacerles huir de esa zona o cortarles el rollo.
Por eso mismo tampoco se recomienda utilizar arena perfumada. ¡Va en contra del buen gusto felino!
Mantén lejos de la caja lejía, desodorantes o ambientadores. Si esto es inevitable puedes poner un poco de bicarbonato de sodio debajo de la arena. Así tu gato puede que no note los olores.
Prémialo
Después de asegurarte que las condiciones son buenas, no te olvides de decirle lo bien que lo hace. Lo más difícil será pillarlo justo en el momento, pero esto se arregla conociendo mejor a tu gato. Prueba a observarlo después de levantarse de una siesta, después de comer o después de jugar.
En el momento que haga sus necesidades, llámalo o acércate diciéndole cosas y dale su premio cerca de la caja. Eso hará que asocie lo que acaba de hacer con la recompensa y será más probable que lo haga en el futuro. Puedes premiarlo con mimos, con comida o con juguetes. También existen premios preparados, disponibles en tiendas para animales. Unos que recomiendo son estos.
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